Rutas en moto por España y Europa
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La naturaleza es uno los principales atractivos de la ruta. El paisaje del norte, cruza verdes valles y asciende interesantes puertos de montaña. En el área central de España se encuentra la meseta, en Extremadura abundan las dehesas y al llegar al sur el paisaje se caracteriza por los campos de olivos.
Llegada por cuenta propia a Gijón. Alojamiento.
NUMA Hotel Boutique
Parador de Gijón
Hotel la Colina
La Casona de Cefontes
Gijón es el concejo más poblado de Asturias, una ciudad que sabe mezclar perfectamente tradición y modernidad, lo antiguo y lo contemporáneo, en el marco incomparable de la Bahía de San Lorenzo.
Esta mañana toca ponerse en ruta temprano, para bordear Oviedo e ir en busca de la carretera AS-227, uno de esos trayectos imprescindibles, que nos permite disfrutar del área natural del Parque Natural de Somiedo, entre bosques de hayas, quejigos y castaños, sin olvidar un puerto de 1486m.
Al inicio de la ruta se puede visitar el museo industrial Las Ayalgas, con una exposición de varios vehículos.
Tomamos un tramo de la CL-626 y a continuación vamos en busca de la CL-631 entre Villablino y Matarrosa del Sil. La vía ofrece buenas vistas, frondosos bosques y dos embalses que le dan encanto al recorrido.
Finalmente llegamos a Astorga, donde recomendamos almorzar y estirar las piernas mientras descubrimos la capital de la comarca leonesa de la Maragatería que ofrece un rico legado medieval, fruto de su ubicación en un cruce de caminos: el Camino de Santiago y la ruta Vía de la Plata.
Su recinto amurallado conserva iglesias, conventos y hospitales, que trasladan al viajero a la más pura tradición jacobea. Sobresale también en su trazado urbano una obra cumbre del arquitecto modernista Antonio Gaudí: el Palacio Episcopal. Astorga es, además, una buena oportunidad para disfrutar de la riqueza gastronómica de estas tierras.
Por la tarde completamos la parte final de la ruta y llegamos a Zamora. Conocemos los edificios románicos del centro histórico y finalmente nos instalamos en el hotel de nuestra elección.
Seguimos hacia el sur, para detenernos en Salamanca. La historia en mayúsculas de la ciudad de Salamanca comienza el año 1218 cuando Alfonso IX de León crea su Universidad, la más antigua del mundo hispánico y una de las cuatro de la cultura occidental. Desde entonces Salamanca no ha hecho más que acrecentar su patrimonio artístico e intelectual. Erudita y monumental, Salamanca, la capital charra, atesora grandes dosis de historia y de riqueza arquitectónica, además de un reconocido valor académico y universitario.
Dedicamos la mañana a descubrir su legado y después de disfrutar de su gastronomía salimos hacia Béjar, en busca de las curvas que nos acercan a El Barco de Ávila. Entramos al Valle del Jerte y una vez coronado el puerto de Tornavacas nos encontramos con descensos trepidantes y trayectos retorcidos que se precipitan sobre el valle, ofreciendo vistas esplendidas. Si rodar por este tramo es toda una experiencia la tarde todavía nos guarda la subida por los montes de Tras la Sierra, uno de los recorridos más fascinantes que podemos encontrar en todo el sistema central.
Al llegar a Hervás podremos disfrutar de un merecido descanso.
Hervás es reconocido por la importancia de su judería, fruto de la comunidad judía que habitó esta localidad desde el siglo XIII hasta su expulsión promovida por los Reyes Católicos. Aún se conserva buena parte del entramado urbano original, con casas de adobe y entramado de madera donde sobresalen llamativas balconadas. Todas ellas repartidas por callejuelas angostas, como la Travesía del Moral, de apenas 50 centímetros de ancho.
Esta mañana volvemos a subir al Puerto de Honduras por la bella carretera que hicimos ayer, con sus curvas como horquillas, tan abierta a amplias panorámicas como cerrada en la umbría de imponentes castañares. Al llegar a la N-110 volvemos a seguir el curso del río Jerte y a disfrutar de los bastos cultivos de Cerezos, hasta llegar a Plasencia. Esta localidad está rodeada por la Sierra de Santa Bárbara y los montes Traslasierra, convirtiéndola en un enclave único para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
Tampoco defrauda a los que se deleitan con seguir las huellas del pasado a través del legado histórico, pues el patrimonio monumental de esta localidad es envidiable.
Almorzamos e inmediatamente salimos para serpentear las carreteras que cubren el Parque Nacional de Monfragüe y detenernos en los diversos miradores que posee.
Finalizamos esta emocionante etapa en Cáceres.
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